«Nos escondimos con los bebes para que no pudiera alcanzarlos«, aseguró una de las maestras que se encontraban en el jardín y que presenció el ataque en Blumenau, en el sur de Brasil.
Según relataron los testigos, el hombre llegó en una moto e ingresó al patio luego de saltar una pared. Allí comenzó a atacar a los niños que se encontraban más cerca, pero las maestras lograron separar al asesino de los niños y bebes restantes.
Luego de no poder seguir con los asesinatos, el joven se fue del establecimiento educativo hasta una comisaría cercana y anunció: «Vengo a informar que he cometido un crimen» y fue detenido.
Otros cinco niños de entre tres y siete años resultaron heridos en el ataque, perpetrado por el hombre que invadió el jardín de infantes privado Cantinho do Bom Pastor, del barrio Velha, una de las ciudades importantes de Santa Catarina (fronterizo con la provincia de Misiones), según informó la Policía local a la cadena de noticias NSC.
«No hay mayor dolor que cuando una familia pierde a un hijo o nieto, aún más en un acto contra niños inocentes e indefensos», expresó el presidente Lula Da Silva en su Twitter luego de conocerse el hecho, un accionar que no es la primera vez que ocurre en Brasil.
Brasil acumula 24 episodios de agresiones con muertos y heridos en escuelas en los últimos 22 años según un estudio de la Universidad Estadual de Campinas.
El mandatario agregó que envía sus «sentimientos y oraciones para las familias de las víctimas y la comunidad de Blumenau frente a la monstruosidad ocurrida en la guardería Bom Pastor«, lugar donde ocurrió el hecho.
Por su parte, el gobernador de Santa Catarina, Jorginho Mello, decretó tres días de luto en el estado y convocó a una «reflexión» a la sociedad, así como a un diálogo entre las familias. «Que Dios reconforte los corazones de todas las familias en este momento de profundo dolor», expresó.
Según dijeron portavoces policiales a los medios, el detenido tenía antecedentes criminales, pero según se sabe hasta ahora no tenía vinculaciones con el cuerpo docente ni con los padres de alumnos del jardín de infantes.