La aparición del rostro sonriente del papa Francisco desde el cielo, formado por decenas de drones iluminados en la noche estrellada de Roma, sorprendió este sábado a los miles de asistentes al concierto gratuito realizado en la vaticana Plaza San Pedro, el mismo sitio donde el pontífice nacido en Argentina ofició cientos de misas y donde fue despedido por el mundo católico tras su fallecimiento.
El recital Grace for the World (Gracia para el Mundo) se desarrollaba en la noche itálica a modo de festival de clausura del Tercer Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana, en el marco de las celebraciones del Año Jubilar 2025 que impulsa el Vaticano.
Figuras como Andrea Bocelli, Pharrel Williams, Jennifer Hudson, la estrella del K Pop Bam-Bam y la colombiana Karol G fueron algunos de los intérpretes y encargados de la producción del evento que brillaron en el escenario.
La entrada era completamente gratuita para el público en el Vaticano, mientras varias cadenas televisivas transmitían el evento en vivo.
En el inicio del show, la aparición del Maestro Andrea Bocelli, junto al cantante Teddy Swims y una impresionante orquesta fue recibida con aplausos y abrieron la presentación entonando la emblemática canción anglicana «Amazing Grace», mientras en el cielo nocturno los drones iban dibujando con sus luces diversos íconos religiosos, como la Virgen María y el Niño Jesús.
Pero la nítida aparición del rostro del papa Francisco a un costado de la cúpula de la Iglesia de San Pedro desató una ovación del público, mientras Bocelli y Swims cantaban con absoluta precisión sobre la pieza compuesta en 1772.
El público no se contuvo y expresó con vítores y aplausos su admiración por el argentino Jorge Bergoglio, un sacerdote porteño que llegó al Vaticano en 2013 para convertirse en el Papa que dejó un legado fraternal, ecológico y con una impronta austera. Falleció en abril pasado, a los 86 años.
La emoción no se detuvo ahí dado que, a cada cambio de escala, de tema o de cantantes, los drones seguían recreando imágenes católicas como referencias a las piezas de arte que resguarda el Vaticano, como La Piedad, de Miguel Ángel, o La Creación de Adán, el fresco de Leonardo Da Vinci que resalta en la capilla Sixtina.
El cardenal Mauro Gambetti fue el encargado de llevar el mensaje del Papa actual, León XIV, que además de darle su agradecimiento a los participantes del encuentro, los llamó a decirle «no a la guerra, si a la paz y a la fraternidad».
Incluso, en sus palabras de León también hizo mención al legado de Francisco en su encíclica «Fratelli tutti» (todos hermanos) cuando llamaba a acompañar y estar junto a quienes sufren y sentir a la humanidad entera como parte de uno.
La velada continuó con un coro cantando canciones eclesiásticas tradicionales, como el Aleluya, tras lo cual hizo su aparición Pharrel Williams, vestido en un traje oscuro, camisa impoluta blanca, llamativos aros de brillantes y lentes de sol negros. El cantante y diseñador resaltó el compromiso de todos los artistas que participaron de la jornada y del papa León por abrirle las puertas del Vaticano a esta celebración.
Con protectores dentales de oro, Williams hizo un extenso discurso en el que llamó a construir puentes y buscar la luz.
Luego, siguieron los coros, la música y el ánimo volvió a levantarse cuando apareció la colombiana Karol G, quien manifestó su gran emoción por participar de la celebración.
Poco después, le siguieron otros artistas hasta que los italianos volvieron a vivar con fuerza a los suyos con la aparición del trío lírico Il Volo, hasta que el cierre se dio a toda orquesta con las figuras de la noche cantando juntas en el mismo escenario que el coro.
Para el final, Pharrel Williams volvió, ahora con un saco blanco, y le puso el broche de oro al encuentro con la mundialmente famosa canción I’m happy, mientras estallaban el público y las simulaciones de fuegos artificiales, también recreadas por drones.
