Desde que alcanzó la fama en la década del 60, Ramón “Palito” Ortega (84) se convirtió en un referente indiscutido de la música nacional y el viernes 26 de septiembre, su extensa trayectoria fue reconocida al recibir la distinción de Personalidad Emérita de la Cultura de la Nación, en un emotivo evento donde estuvo acompañado por sus hijos, familiares y amigos.
La ceremonia, coordinada por la Secretaría de Cultura de la Nación, se celebró en el Auditorio Nacional del Palacio Libertad, dentro del Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento, con localidades agotadas bajo el concepto El Esencial: Palito Ortega. Homenaje al Rey.
Fue entonces que el intérprete hizo su entrada triunfal a la sala acompañado por el secretario de Cultura, Leonardo Cifelli y al verlo, el público lo ovacionó de pie dándole un cálido recibimiento al evento.
Para la ocasión especial, el músico eligió un atuendo elegante que compuso por un traje negro con finas líneas blancas en saco y pantalón, combinado con camisa blanca y corbata al tono.
En la sala, el artista se sentó en primera fila junto a su esposa Evangelina Salazar, sus nietos Dante, India y Bautista, y sus hijos Sebastián, Rosario y Emanuel Ortega, quien asistió a la gala con su actual pareja, Julieta Prandi.
Además, el homenaje también marcó la primera salida pública de Martín Ortega, quien atravesó un difícil momento personal tras permanecer más de cuatro meses internado en una clínica de salud mental. Durante ese período, su hermana Julieta le demostró su apoyo, incluso durante salidas transitorias.
Por otro lado, el músico estuvo acompañado por amigos íntimos y personalidades del espectáculo, entre ellos Fernando Marín, Nequi Galotti, Teresa Calandra y Luciana Salazar, quien estuvo presente en la ceremonia junto a su hija Matilda.
Así, la Orquesta Nacional de Música Argentina “Juan de Dios Filiberto”, dirigida por Gustavo Fontana, presentó versiones orquestales de sus temas más emblemáticos con la participación de Martín Díaz, Luz Matas, Romina Pugliese, Néstor Rolán y Pablo Turturiello.
El repertorio incluyó canciones como Papeles, Mi primera novia, Sabor a nada y Los muchachos de mi barrio, además de himnos que marcaron generaciones, entre ellos: Muchacho que vas cantando, Se parece a mi mamá, Un muchacho como yo y Corazón contento.
Por su parte, La felicidad fue el tema seleccionado para concluir la velada mientras el público acompañaba con palmas y coreaba cada estrofa.
De esta manera, al concluir el concierto, el secretario de Cultura encabezó la ceremonia en la que el músico fue distinguido como Personalidad Emérita de la Cultura de la Nación, el máximo reconocimiento cultural que otorga el país y le entregó la placa ante todos los presentes.
En ese momento, Cifelli aprovechó la ocasión para deshacerse en elogios hacia Palito Ortega, a quien denominó como “un emblema de la música popular y de la cultura de nuestro país».
El emotivo discurso de Palito Ortega al ser distinguido como Personalidad Emérita de la Cultura de la Nación
Tras recibir la distinción, Palito Ortega se subió al escenario y con micrófono en mano, expresó su gratitud por el reconocimiento a su carrera artística: “De todo corazón, muchísimas gracias a los intérpretes. Es muy difícil poder expresar con absoluta claridad todo lo que uno quiere, porque son muchas emociones, son muchos recuerdos, y cuando se junta todo de pronto no es fácil poder expresarlo con claridad».
«Hoy pensaba cuando venía para acá qué podía decir que exprese realmente lo que uno siente, la gratitud que uno quiere expresar con palabras, y a veces es muy difícil encontrarlas, para más de 50 años de carrera, 50 años que no fueron fáciles, y que en los comienzos muchos no me auguraban un buen futuro”, se sinceró sobre sus inicios en la música.
Segundos más tarde, el cantante enfatizó: “Pero yo fui siempre un hombre que no fácilmente me iba a rendir».
«Uno viene de un lugar muy humilde y muy precario. Yo no puedo olvidar que bajé del tren a un Retiro con una valijita de cartón que me habían prestado en un circo que no era mía, y después la tuve que mandar de vuelta. Me paré afuera de la estación de Retiro, veía pasando todo el movimiento que había y no sabía para dónde ir. Así empezó mi existencia en Buenos Aires, como un provinciano más que llegaba por aquello que contaban, que en Buenos Aires estaban todas las oportunidades», recordó a continuación.
En este sentido, el músico reflexionó: «Finalmente, no es tan así, porque siempre depende de cada uno de nosotros, de la voluntad que tengamos, de la fe en nosotros mismos”.
“Yo le agradezco a Dios que todos los días me pongo de pie a la mañana, porque no se dan cuenta lo importante que es poder ponerse de pie cada día hasta que un día no se puede. Por eso les digo: si tienen un sueño, abrácenlo fuerte y no se rindan. Dios siempre va a estar ahí para darles la fortaleza para seguir peleando y luchando», manifestó, visiblemente conmovido por el homenaje.
De este modo, Palito remarcó: “Yo escribí muchas más melodías hablando de la vida de manera positiva, porque ese pensamiento es el que me trajo hasta acá. Estoy muy agradecido a todos, pero especialmente al público, que ante quien pongo a consideración mis canciones y quien hizo posible que hoy yo pueda estar donde estoy”.
Finalmente, después de recordar el momento en que contrató a Frank Sinatra para traerlo a Argentina, el músico culminó su discurso destacando el acompañamiento de Evangelina Salazar y su familia.
“Tuve por suerte, por un regalo de Dios, una mujer que me acompañó y tuvo una paciencia única. También quiero agradecer a mis amigos, a mis hijos, a mis nietos. Hoy puedo decirles: ‘¿Vieron hasta dónde llegó el abuelo?’”, concluyó.