En el texto, el partido le exige al Presidente «convocar a sesiones extraordinarias» para «analizar en detalle las propuestas en el ámbito que corresponde, el Parlamento». De esta manera, explican, se podrá debatir y apoyar «las iniciativas que sean positivas para los argentinos».
«Por vía del DNU resulta imposible hacer este trabajo, porque solo se puede aprobar o rechazar en su totalidad. Y en el contexto hay cuestiones positivas, pero también otras muy preocupantes«, apunta.
La UCR le pide a Milei que para «enmendar su error» envíe «un proyecto de ley espejo» para tratar en el Congreso.
Más temprano, se había expresado en esta línea el senador Martín Lousteau: «Anoche el presidente anunció un Mega DNU de una amplitud y longitud inédita. Estoy de acuerdo en que debemos cambiar muchas cosas en Argentina (…) Pero este DNU tiene 82 páginas con 366 artículos que derogan y modifican un sinnúmero de leyes y decretos».
«En el contenido del Mega DNU hay algunas iniciativas que pueden ser interesantes y otras irrelevantes para la agenda urgente. Otras pueden juzgarse como buenas, malas o realmente muy malas para las urgencias de la sociedad. Cada una de ellas merece un análisis riguroso e individual y para eso está el Congreso«, analizó.
Enojado por el camino que tomó el ultraderechista, Lousteau advirtió que «con este método, en cuatro años podría venir otro presidente y mediante otro Mega DNU hacer exactamente lo contrario, lo que agregaría más incertidumbre e inestabilidad a la que ya padecemos».
«Ninguna reforma de fondo duradera puede lograrse de esta forma«, insistió el senador, al remarcar que «el respeto a la institucionalidad evita abusos que dañan la sociedad».
En ese sentido, planteó el «sano» ejercicio de «pensar cómo reaccionaría uno si un presidente de signo político contrario al propio hubiera: 1) dado la espalda a la Asamblea Legislativa; 2) tomado medidas económicas con fuerte impacto para amplios sectores; 3) hubiera hecho exhibicionismo de fuerzas de seguridad y 4) dictado un DNU fuera de la legalidad que interfiere en múltiples áreas de la vida y la actividad. Así no funciona una democracia plena«.
Finalmente, señaló que, a su entender, «el presidente debería reemplazar este inválido DNU por una ley espejo que se pueda votar por capítulos, y convocar a extraordinarias para darle tratamiento urgente». De esta forma, concluyó, «las reformas positivas, que tendrán consenso, podrán sancionarse y las que no lo sean, evitarse».