En un sorpresivo anuncio sobre el despliegue de buques de guerra en el Caribe como parte de un esfuerzo para detener el narcotráfico, el presidente Donald Trump informó este martes que las fuerzas norteamericanas atacaron un barco que transportaba drogas del grupo Tren de Aragua, que había salido de Venezuela, en un operativo que dejó “11 terroristas muertos” y elevó al máximo la tensión con el régimen chavista.
“En los últimos minutos, literalmente, destruimos un barco, un barco cargado de drogas, con mucha droga en ese barco. Tenemos muchas drogas entrando en nuestro país, que han estado llegando desde hace mucho tiempo. Y estas, precisamente, salieron de Venezuela”, afirmó Trump, que en un primer momento no dio detalles de la operación, en una aparición rodeado de funcionarios en el Salón Oval de la Casa Blanca.
“Estas drogas están saliendo en grandes cantidades de Venezuela. Muchas cosas están saliendo de Venezuela. Así que las eliminamos, y podrán ver eso después de que termine esta reunión”, añadió, al anticipar su publicación posterior, en la que incluyó un video del ataque.
Más tarde, a través de su red Truth Social, Trump dio más precisiones sobre la ofensiva en el Caribe, una escalada aún de alcance imprevisible. “Esta mañana, siguiendo mis órdenes, las fuerzas militares llevaron a cabo un ataque cinético contra narcoterroristas del Tren de Aragua, en el área de responsabilidad del Comando Sur. Es una organización terrorista extranjera designada, que opera bajo el control de Nicolás Maduro, responsable de asesinatos en masa, tráfico de drogas, tráfico sexual y actos de violencia, y terrorismo en Estados Unidos y el hemisferio occidental», precisó. Antes, el mandatario había elogiado al jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, quien le informó sobre el episodio.
“El ataque ocurrió mientras los terroristas se encontraban en aguas internacionales transportando narcóticos ilegales con destino a Estados Unidos. El ataque resultó en la muerte de 11 terroristas en combate. Ningún miembro de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos resultó herido. Por favor, que esto sirva de aviso a cualquiera que esté considerando importar drogas a Estados Unidos. ¡Cuidado!”, advirtió.
En las últimas semanas, Estados Unidos desplegó varios barcos y efectivos en el Caribe sur con el objetivo de cumplir la promesa de Trump de combatir con los carteles de la droga, lo que elevó al máximo la tensión con el régimen de Maduro.
El Tren de Aragua se originó en Venezuela, específicamente en la prisión de Tocorón, ubicada en el estado de Aragua. Fundada entre 2009 y 2010, comenzó como una banda carcelaria y rápidamente extendió su influencia en la región. En un contexto de fuerte inestabilidad política y económica en el país caribeño, la organización diversificó sus actividades delictivas, y consolidó su poder a base de tráfico de drogas, secuestros, asesinatos y trata de personas.
Poco después del discurso de Trump, el secretario de Estado, Marco Rubio, publicó en redes sociales que el Ejército había llevado a cabo un ataque letal en el sur del Caribe “contra un barco narcotraficante que había zarpado de Venezuela y estaba siendo operado por una organización narcoterrorista”.
En el Pentágono, los funcionarios se apuraron a dar seguimiento al anuncio de Trump sobre el ataque, y tras remitir inicialmente a los comentarios a la Casa Blanca, ofrecieron una breve explicación.
“Como anunció el presidente, podemos confirmar que el Ejército estadounidense llevó a cabo un ataque de precisión contra un barco narcotraficante operado por una organización narcoterrorista”, declaró un alto funcionario de Defensa, citado por The New York Times.
En tanto, el Ministerio de Información de Venezuela no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios por parte de agencias internacionales.
Por la tarde, en una actividad en Caracas, Maduro afirmó que la Casa Blanca “se inventa un cuento, un relato” sobre la presencia del narcotráfico en Venezuela para intentar quedarse con los recursos naturales del país, y denuncio que tiene la intención de apoderarse del petróleo venezolano. “Lo quieren gratis, también vienen por el gas”, dijo.
El lunes, Maduro había advertido que respondería a cualquier acción militar estadounidense con una “lucha armada” y afirmó que Rubio -al que calificó de “mandamás de la Casa Blanca”- estaba tratando de forzar a Trump a entrar en una guerra en el Caribe.
“President Donald Trump, usted tiene que cuidarse, porque Marco Rubio quiere manchar sus manos de sangre”, dijo en Caracas el líder chavista, que ha insistido en que Estados Unidos construye una falsa narrativa sobre el narcotráfico para intentar forzar su salida del poder.
“Aunque nos pongan 10.000 misiles en la cabeza, los venezolanos seremos respetados”, desafió. “Nos encontramos en un período especial de máxima preparación”, añadió.
El presidente venezolano había informado la semana pasada que el régimen patrullaría con drones y buques de la Armada sus aguas territoriales en respuesta al despliegue militar norteamericano.
La Armada de Estados Unidos envió siete buques de guerra a las aguas del Caribe y el Pacífico cerca de varios países de América Central y del Sur, un aumento significativo para una región que rara vez vio una presencia tan grande de buques militares estadounidenses.
Son tres destructores, dos buques de desembarco, un buque de asalto anfibio y un crucero, y cada destructor transporta a bordo destacamentos de la Guardia Costera estadounidense y agentes del orden, encargados de realizar detenciones o arrestos en operaciones de interdicción de drogas.
El operativo ordenado por Trump incluye también dos submarinos nucleares, varios helicópteros y aviones militares, y cerca de 8.000 efectivos.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos había comenzado su despliegue en el Caribe con el envío del Grupo Anfibio de Despliegue Inmediato Iwo Jima (Iwo Jima Amphibious Ready Group) de la Marina norteamericana, compuesto por el buque de asalto anfibio USS Iwo Jima, el de transporte anfibio USS San Antonio y el buque de desembarco USS Fort Lauderdale.
Funcionarios estadounidenses afirman que su objetivo es combatir el Cartel de los Soles, una red que, según afirman, está dirigida por oficiales venezolanos y el propio Maduro. La Casa Blanca sostiene que el cartel funciona como parte del Estado venezolano, y la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro, lo sancionó como “entidad de terroristas globales especialmente designados”.
Informes de la DEA y del Departamento del Tesoro sostienen que el grupo se consolidó a partir de la década del 2000 como un entramado dentro de las Fuerzas Armadas de Venezuela, dedicado no sólo al narcotráfico, sino también al contrabando y la explotación ilegal de recursos naturales. Además, el mes pasado el gobierno estadounidense aumentó de 25 millones a 50 millones de dólares la recompensa por “información que conduzca al arresto” de Maduro.
Venezuela puso sus fuerzas en estado de alerta y reforzó el llamado a los reservistas. Según Maduro, sólo la Milicia Nacional Bolivariana había movilizado a 4,5 millones de personas, una cifra considerada excesiva por los expertos.
Los movimientos militares norteamericanos en el Caribe, los mayores en la región desde la invasión de Panamá en 1989, generaron divisiones en América Latina.
Mientras que los gobiernos de Brasil y Colombia, entre otros, criticaron la medida por considerarla desestabilizadora, los de Guyana y Trinidad y Tobago la respaldaron, al alegar preocupaciones relacionadas con el narcotráfico.
El viernes pasado, Rubio había viajado a Florida para reunirse con dirigentes militares del Comando Sur estadounidense para tratar cuestiones de seguridad en la región, según el Departamento de Estado.
Este martes, el secretario de Estadio partió para una gira por México y Ecuador, visitas que, según el gobierno de Trump, pretenden impulsar el “compromiso inquebrantable del gobierno estadounidense de proteger sus fronteras y neutralizar las amenazas narcoterroristas”.
Al ser consultado sobre un posible ataque contra el régimen de Maduro en suelo venezolano, el secretario de estado contestó: “Vamos a enfrentar a los carteles de la droga dondequiera que estén y dondequiera que operen”.