Apartan a la Policía Federal de las pericias y citan a la ex novia del joven. Lo ordenó el equipo de tres fiscales que se hizo cargo de la investigación. También rechazaron un pedido de la querella.
Ya no es un fiscal sino “un equipo” el que investiga si la desaparición de Facundo Astudillo Castro fue o no forzada. El último comunicado del Ministerio Público da cuenta de decisiones adoptadas por los tres investigadores que tiene ahora la causa. Destacan la unificación de toda la prueba, en una dirección de ese organismo, el corrimiento de la Policía Federal y una apertura total del expediente a la familia.
Tanto en la desaparición como en el encubrimiento, el falso testimonio del policía Galarza deja al desnudo a la Bonaerense. Las declaraciones de un policía que primero declaró como «empleado» haber visto a Facundo en Bahía Blanca, y luego, 15 días después, declaró como policía haberlo visto nuevamente y charlado con él, pero que sabiendo que era Facundo no se le ocurrió decirle que lo estaban buscando por todos lados.
Es teniente de esa fuerza y cumple tareas en el destacamento de General Cerri. Su “testimonio”, un tanto bizarro, fue usado por Berni y su equipo para desviar la investigación. La aparición del cuerpo de Facundo lo dejó al borde del procesamiento.
Luego de semanas de búsqueda ante la indiferencia policial, cuando Cristina Castro finalmente logró que el 5 de junio la Bonaerense le tomara la denuncia por averiguación del paradero de Facundo, se prendieron las alarmas en las comisarías de la región. Por otra parte, según informó Télam, los fiscales rechazaron un pedido de los abogados de Cristina Castro, la madre de Facundo, para que se cite a declarar a dos oficiales del puesto de vigilancia de la localidad de Teniente Origone, ya que aún se desconoce si pudieron tener «algún grado de participación en el hecho» y deban ser llamados eventualmente a declarar como imputados.
Inmediatamente comenzó una frenética carrera para, al tiempo que se simulaba investigar, lograr desviar la investigación hacia el punto más lejano posible. Se desconoce quién tuvo la idea de “alejar” a Facundo de Mayor Buratovich y Teniente Origone. Pero es un hecho que el objetivo pasó a ser “colocar” al joven en Bahía Blanca, fuera como fuera.
Mientras un grupo de policías de Villarino viajaban a Bahía a apretar a la exnovia de Facundo y su familia para que declararan un supuesto “crimen narco”, comenzaron a desfilar “testigos” que relataban encuentros con Facundo en diferentes tramos de la Ruta 3 hasta “encontrarlo” caminando por las calles bahienses. El teniente Jorge Agustín Galarza es una de esas piezas.