Este miércoles México y Argentina anunciaron que producirán y distribuirán para América Latina la vacuna contra la covid-19 desarrollada por la Universidad de Oxford en alianza con el laboratorio AstraZeneca.
México y Argentina anuncian que producirán y distribuirán para América Latina la «prometedora» vacuna contra el coronavirus de Oxford
Esta vacuna es una de las tres más avanzadas de las 18 que ya están siendo probadas en seres humanos en ensayos clínicos, y el pasado 20 de julio la Universidad de Oxford hizo saber que demostró ser segura y capaz de provocar una respuesta inmune en la fase de pruebas.
Los ensayos, en los que participaron 1.077 personas, mostraron que la vacuna genera anticuerpos y las llamadas células T que pueden combatir el coronavirus.
Los hallazgos del laboratorio británico son alentadores, pero hay que enfatizar que todavía es demasiado pronto para saber si esto es suficiente para garantizar protección.
Aún falta demostrar si la vacuna puede evitar que las personas se enfermen o incluso disminuir sus síntomas.
«Todavía queda mucho trabajo por hacer antes de que se pueda confirmar si la vacuna ayudará a manejar la pandemia de covid-19, pero estos primeros resultados son prometedores», señaló Sarah Gilbert, investigadora del equipo de Oxford.
¿Cómo funciona?
La vacuna, llamada ChAdOx1 nCoV-19, está hecha de un virus genéticamente modificado que causa el resfriado común en los chimpancés.
Se modificó en gran medida para que no pueda causar infecciones en las personas y también para hacer que «se parezca» más al coronavirus.
Para modificarla, los investigadores le transfirieron a la vacuna información genética de la «proteína espiga» del SARS-CoV-2, la herramienta crucial que utiliza el coronavirus para invadir nuestras células.
Esto significa que la vacuna se parece al coronavirus, y esto le da al sistema inmune la posibilidad de aprender cómo atacarlo.
El estudio mostró que el 90% de las personas desarrollaron anticuerpos neutralizantes después de una dosis.
Solo diez personas recibieron dos dosis y todas produjeron anticuerpos neutralizantes.
«No sabemos el nivel necesario para lograr la protección, pero podemos maximizar la respuesta con una segunda dosis», le explicó a la BBC Andrew Pollard, del grupo de investigación de Oxford.