«Nosotras también estuvimos», el primer film de Federico Strifezzo, fue seleccionado por el certamen que se realiza en Italia.
Strifezzo repasa el camino de su ópera prima y celebra la elección: «Es una alegría inmensa. En este año, que quedó todo en suspenso, haber sido seleccionados en un festival en Europa nos resulta un reconocimiento para la historia y para la propuesta de la película. Es una oportunidad para mostrarla en un momento en que las puertas están un poco cerradas. Lo que más queremos es que sea el primer paso de un largo camino, que arranca ahora en noviembre».
«Estamos en un paréntesis total para el cine. Nuestra idea era estrenarlo pero tuvo que quedar en suspenso. Igualmente lo mandamos a algunos festivales y fue seleccionado en el de Trieste. Es una alegría porque nos permite empezar a mostrarlo mientras esperamos que las cosas se normalicen. Lo que más nos gustaría es darlo a conocer acá el 2 de abril del año que viene», explica.
El génesis
«Nosotras también estuvimos» comenzó a gestarse tres años atrás, cuando Strifezzo conoció la historia de las enfermeras de Malvinas, y su lucha por ser reconocidas como veteranas, a través de una nota periodística. «Vi una foto de ellas caminando con el uniforme militar y me llamó mucho la atención; nunca la había visto. Todo lo de la guerra está muy vinculado a lo masculino. Esa foto me quedó resonando. Me anoté el nombre de Alicia y me contacté con ella, que justo venía a Buenos Aires a presentar su libro», relata.
Tras aquel primer encuentro, ganó terreno la idea de «generar alguna obra que hiciera que esa imagen dejara de ser extraña», tal como explica el cineasta de 36 años: «Quise que si alguien ve esa foto, no le resultara tan rara como a mí; que sepa quiénes son y qué hicieron esas personas. La idea era que al espectador le quede claro que hubo mujeres en la Guerra de Malvinas y que son personas que quedaron atravesadas esa experiencia».
Strifezzo detalla: «Fuimos a muchos eventos para encontrar la idea de de cómo contar esto. En toda esta disputa por el reconocimiento hay toda una cuestión legal, llena de discusiones, que no me parecían muy interesantes para abordar. Entonces surgió la idea de cuál era la mejor manera de mostrar que ellas también estuvieron. De ahí nació lo de ir al lugar. Quien lo ve, no le puede quedar ninguna duda de que ellas estuvieron. La mayor evidencia se ve cuando cuentan el recuerdo desde el lugar de los hechos».
Con el proyecto cerrado, el artista consiguió financiamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), además del apoyo de la senadora nacional por La Pampa y presidenta de la Comisión Banca de la Mujer de la Cámara alta , Norma Durango, y de su par chubutense, Alfredo Luenzo. Era el momento de subirse al avión y rodar. Comodoro Rivadavia esperaba.
Mismo escenario
Tras el estallido de la guerra en 1982, un grupo de enfermeras de la Fuerza Aérea fue trasladado al hospital de campaña montado en el aeropuerto de Comodoro Rivadavia, Chubut. Hasta allí llegaban los soldados que eran heridos en las Islas y evacuados del frente en la noche. 37 años después, Alicia Reynoso, Stella Morales y Ana Masitto, tres de esas enfermeras, volvieron al sitio junto Strifezzo para filmar.
El viaje fue un torbellino de emociones. Era la primera vez que las profesionales regresaban a aquel escenario luego del conflicto. Y si bien el tiempo sana, encontrarse con esa meseta repleta de asuntos sin resolver significó un hecho potente para todo el equipo. Es que la cruzada para borrar el pasado fue tan fuerte, que debieron realizar gestiones para saber dónde quedaba el lugar exacto de aquel hospital de campaña.
El realizador explica: «Nadie sabía dónde era ese lugar. Finalmente lo encontramos y fue una alegría. Después pudimos ir con ellas y todo se transformó en algo intenso y emotivo. Pasaron muchas cosas y surgieron un montón de historias que son las que se cuentan el documental. Fue un viaje en el tiempo».
Si bien la pandemia impidió su estreno, «Nosotras también estuvimos» competirá en la sección Contemporánea del Festival de Cine Latinoamericano de Trieste, que se realizará del 5 al 15 de noviembre, con un mix de formatos presencial y virtual, donde disputará el premio Malvinas.
La película tiene una duración de 70 minutos, y aunque su desembarco en Europa sea una caricia, su director sabe que no hay lugar como el terruño para narrar una experiencia que atraviesa las luces y sombras del país de manera tajante. «Después de 37 años de silencio, tres de esas mujeres vuelven al lugar para contar por primera vez esa historia», concluye.