Si bien en los últimos días se produjeron aperturas de más actividades en nuestra ciudad, la cuarentena continúa y al parecer muchas personas se olvidan de normas vigentes para evitar el contagio por Covi 19. Es así que durante los fines de semana se producen varios desmanes en distintos puntos de la ciudad.
En este caso el fútbol, las fiestas clandestinas y el desacato en los controles de tránsito fueron los epicentros del último fin de semana. El primer caso ocurrió en el barrio Libertad (una vez más) en donde unos muchachos jugaban al fútbol y ante la presencia de bicipolicias no acataron la orden de despejar el área, por lo que se necesitaron refuerzos para disuadir a los revoltosos. En el segundo caso se ha viralizado a través de las redes una fiesta clandestina, algo que nunca cesó, aparentemente, en nuestra ciudad y es un motivo de queja de los vecinos sampedreños en la mayoría de los barrios, sobretodo en los fines de semana.
El último caso ocurrió increíblemente en un control de calle 9 de Julio, entre Gorriti y Serapio Soria. En ese lugar, se apostaba un grupo de Inspección Ciudadana y Tránsito del municipio sampedreño, quienes están facultados para realizar testeos y labrar actas por violación a la cuarentena. La cuestión es que al detener un automóvil, en el cual transitaban una pareja, mayores de edad, el hombre se negó a responder motivo de circulación, como tampoco quiso presentar documentación personal y del automóvil y menos aún someterse al test de alcoholemia por lo cual se solicitó refuerzo policial. Lejos de amedrentarse, el belicoso conductor, se sacó su camisa y desafió a pelear a las autoridades policiales por lo que fue reducido y detenido. A todo esto su compañera insultaba a los presentes y pedía a gritos que también se le realicen los testeos de alcoholemia a los policías.
Realmente increíble lo que ocurre en las noches y en las tardes sampedreñas, durante los fines de semana, con personas mayores de edad que no colaboran y no respetan nada.