Lleva al espacio una compleja tecnología de observación de la Tierra. Podrá sacar 225 imágenes por día que tendrán múltiples aplicaciones.
Pesa 3.000 kilos y mide 4,7 metros de altura por 1,2 metros de lado. Especialmente diseñado para detectar la humedad del suelo y obtener información de la superficie terrestre en cualquier condición meteorológica u hora del día, el satélite argentino SAOCOM 1B partió este domingo desde Cabo Cañaveral.
La espera se hizo más larga de lo previsto, tras la cancelación de su partida en marzo debido a las restricciones impuestas en todo el mundo por la pandemia de coronavirus y dos aplazamientos posteriores.
Ahora su lanzamiento y puesta en órbita fueron exitosos. «Tras realizar un nuevo análisis de factibilidad sobre las condiciones de oportunidad de lanzamiento, este fue autorizado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos», informó oficialmente la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).
La misión SAOCOM lleva al espacio una compleja tecnología de observación de la Tierra, con un Radar de Apertura Sintética (SAR, por sus siglas en inglés de Synthetic Aperture Radar) como instrumento principal, capaz de trabajar en la porción de las microondas en banda L del espectro electromagnético y atravesar las nubes y “ver” aunque esté nublado, tanto de día como de noche.
Las antenas están compuestas por una matriz de 140 módulos radiantes, distribuidos en 7 paneles, con 20 módulos por panel. Cada uno es comandado de forma independiente, haciendo posible que se pueda variar el apuntamiento de su haz de forma electrónica y que esta matriz funcione como una sola gran antena.
La Antena Radar SAR desplegada mide 35 m2 y pesa 1.500 kilos. Con un ancho de barrido de 20 a 350 km, podrá sacar 225 imágenes por día desde 620 kilómetros de altura.
Estas características hacen que los SAOCOM sea especialmente útil para prevenir, monitorear, mitigar y evaluar catástrofes naturales o antrópicas, realizar mapas de humedad del suelo para uso en agricultura e hidrología, mapas de riesgo de inundación e incendios, monitorear enfermedades de cultivos y propiciar escenarios para la toma de decisiones de siembra y fertilización. También servirá para determinar la cantidad de agua disponible en nieve para riego y estudiar el desplazamiento de los glaciares, entre otras aplicaciones.
Además del equipo de la CONAE e INVAP presente en EEUU, la campaña de lanzamiento se completa con tres equipos de profesionales en la Argentina. Desde el Centro de Control de Misión ubicado en el Centro Espacial Teófilo Tabanera, Córdoba, se realizará el monitoreo constante del satélite. Allí se recibirán sus primeras señales de vida en el espacio y se chequearán todas las variables con el apoyo de los equipos apostados en dos salas de soporte, en la sede de la CONAE de Buenos Aires y en la sede de INVAP, en Bariloche.
Las actividades se extenderán a lo largo de las siguientes jornadas, para realizar, con comandos a distancia, las operaciones de despliegue de la enorme antena radar.
Primeros momentos
Un cuarto de hora después del despegue, aproximadamente, se produjo la separación del satélite y tomó contacto con la primera estación que encontrará en su viaje, ubicada en la ciudad de Lima. Tras verificarse la apertura de los paneles solares, inició el paso por Tierra del Fuego.
20:18 Despegue del lanzador.
20:23 Separación de la 1ra etapa.
20:27 Aterrizaje de la 1ra etapa.
20:33 Separación del satélite SAOCOM 1B.
20:34 Inicia la pasada por la primera estación que toma contacto con el satélite: Lima, Perú.
20:42 Finaliza la pasada por Lima, Perú. Verifican apertura de paneles solares.
20:44 Inicia la pasada por Tierra del Fuego.
20:52 Termina la pasada por Tierra del Fuego.
El SAOCOM 1B, al igual que su “hermano” SAOCOM 1A, fueron desarrollados y fabricados en el país por la CONAE junto con la empresa INVAP, contratista principal del proyecto, la firma pública VENG, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Laboratorio GEMA de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).